Este blog ha cesado su actividad, te invitamos a disfrutar de lo que hemos hecho en estos ocho años.

lunes, 21 de junio de 2010

¡Adios, José Saramago!

El escritor portugués José Saramago nos ha dejado. Nos hemos quedado sin uno de los mejores escritores del momento y una de las personas más comprometidas con las injusticias del mundo de hoy.
Nos quedan sus numerosos escritos, a través de los cuales y muchas veces con una ironía sublime, nos transmitía y nos seguirá transmitiendo sus preocupaciones por los problemas de la sociedad actual.

Porqué nos hemos quedado ciegos, No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón, Quieres que te diga lo que estoy pensando, Dime, Creo que no nos quedamos ciegos, Creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven.
Ensayo sobre la ceguera , José Saramago.


jueves, 17 de junio de 2010

Buscando mi pasado: Capítulo 2, por Elías Antolinoss

A la mañana siguiente se despertó algo agitado. El sol no había empezado a entrar en la habitación, ni el gallo de la vecina había cantado el amanecer.
Pero Chris estaba nervioso, había tenido un sueño horrendo, o eso pensaba él.
Al rato, entro una mujer mayor con el desayuno, en ese instante se dijo así mismo que esa no podía ser la mujer de su sueño.
Para quedarse más seguro, miró el registro de llamadas, y vio la misteriosa llamada realizada por esa tal Judith. No sabía si salir corriendo o quedarse en la habitación. Se tomó el desayuno y bajó al salón. Era una gran habitación enmoquetada, con una buena televisión, y sobre todo, tenía unas extrañas vidrieras con un símbolo en el centro: dos triángulos equiláteros separados por un ojo.
-¿Chris, eres tú? pregunto la mujer mayor.
Chris no sabía si responder o seguir callado, todo aquello era de lo más extraño.
Sólo se le ocurrió decir:
-Perdone señora, ¿dónde estoy? y ¿quién es usted?
-¿Qué te ocurre cariño? ¿es qué no sabes dónde estás? Estamos en la calle Cuatro Vientos de Venecia. Respondió la mujer.
-Pero, ¿quién es usted? volvió a insistir
-Chris, soy tu abuela materna, Antonietta. Le dijo, mientras le propinaba un abrazo algo forzado.
Él no recordaba tener ninguna abuela en Venecia, pero en ese momento no le dio mayor importancia.
-Abuela, ¿cómo se llama el abuelo? preguntó tímidamente Chris.
-El abuelo Teodoro, murió en la guerra contra los argentinos del 2013. Respondió la mujer.
Ya habían pasado seis años desde el 2013, pero no había oído hablar a su madre, que según mi abuela, había fallecido de tuberculosis hace dos años, de su abuelo…
Después de comer, Chris se fue a su habitación. De repente volvió a sonar el móvil y era esa tal Judith:
-No creas nada de lo que te dice esa arpía.
-Pero, ¿quién eres?
Ya se había interrumpido la conexión cuando entró su abuela preguntando quien era.


Elías Antolinos 3ºA

miércoles, 2 de junio de 2010

SABINA: CANCIÓN Y POESÍA

El próximo jueves las alumnas de 3º B traerán a La Bibliosabinamora los poemas de Joaquín Sabina. Yanira Estrada, Merche Roca, Liliana Guillén, Andrea García, Carmen Saura, Asun Pedreño, Sonia Martínez y Libertad Garcerán recitarán varias de las canciones del conocido autor jienense.
De modo que la música vuelve otra vez a "Los jueves leemos" con uno de los cantautores españoles más representativos.
Os esperamos a todos como siempre en la biblioteca del instituto el próximo jueves durante el primer recreo. ¡No os lo perdais!
Aquí os dejamos con una versión en directo de una de las canciones que leerán las alumnas de 3º B, Contigo, perteneciente al disco "Yo, mi me, contigo" que publicó en 1996. ¡Disfrutad la música y la letra!



CONTIGO:
Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.