domingo, 13 de diciembre de 2009
'O SOLE MIO
lunes, 7 de diciembre de 2009
MITOS ILUSTRADOS: PROMETEO
domingo, 22 de noviembre de 2009
La casa de Bernarda Alba
BERNARDA. (Arrojando el abanico al suelo.) ¿Es éste el abanico que se da a una viuda? Dame uno negro y aprende a respetar el luto de tu padre.
MARTIRIO. Tome usted el mío.
BERNARDA. ¿Y tú?
MARTIRIO. Yo no tengo calor.
BERNARDA. Pues busca otro, que te hará falta. En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo. Mientras, podéis empezar a bordar el ajuar. En el arca tengo veinte piezas de hilo con el que podréis cortar sábanas y embozos. Magdalena puede bordarlas.
MAGDALENA. Lo mismo me da.
ADELA. (Agria.) Si no quieres bordarlas, irán sin bordados. Así las tuyas lucirán más.
MAGDALENA. Ni las mías ni las vuestras. Sé que ya no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo menos estar sentada días y días dentro de esta sala oscura.
BERNARDA. Eso tiene ser mujer.
MAGDALENA. Malditas sean las mujeres.
BERNARDA. Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hembras. Látigo y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles.
Buscando mi pasado
martes, 17 de noviembre de 2009
Algún poema de amor y una canción desesperada
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Lectura de Don Juan Tenorio
De la lectura y como se puede apreciar en las fotos cabe destacar el traje de monja que lucía Doña Inés y la espada y sombrero tan propios de Don Juan.
Lo que la fotos no reflejan es la apasionada interpretación de los amantes y la narradora, que absorbieron a todo el público que asisitió durante veinticinco minutos a una de las historias de amor más conocidas de la literatura española.
martes, 27 de octubre de 2009
DON JUAN TENORIO
Acto cuarto, Escena III
DON JUAN
- ¡Ah! ¿No es verdad, ángel de amor,
- que en esta apartada orilla
- más pura la luna brilla
- y se respira mejor?
- Esta aura que vaga, llena
- de los sencillos olores
- de las campesinas flores
- que brota esa orilla amena:
- esa agua limpia y serena
- que atraviesa sin temor
- la barca del pescador
- que espera cantando el día,
- ¿ no es cierto, paloma mía,
- que estás respirando amor?